ME GUSTA QUE SEAS MUJER

En el otoño gris
se deslizan los riachuelos
como rumores de canto;
y las palomas en sus nidos,
se recogen a su calor;
es entonces cuando detengo mi aliento
huyendo así de mi propia sangre
y así es que me devuelvo a mi esencia,
para pensarte vastamente:
Hoy... me gusta que seas mujer.

Un niño duerme
soñando a la paz
en tan segura inocencia
que su corazón lo siento en el mío.
Entonces digo, complacido por lo que hiciste:
Me gusta lo que diste de ti mujer.

La tarde se viste de suave brisa
hecha de murmullo en mil voces,
dejo de mirarlo todo,
y entonces  mis oídos se hacen
como sensibles caracolas.
En ese instante es cuando recuerdo tu voz y me convenzo:
Ese murmullo tiene que ser tuyo mujer.


Cuando te oigo venir
me vuelvo tu cara quietud;
cuando me hablas,
me convierto a tu ternura;
cuando te veo,
me hago tu contemplación;
pero cuando me abrazas...cuando me abrazas,
es que creo profundamente:
Que eres mujer.

¿Qué es eso que tienes tú?
que tocas y le devuelves la serena vida
al corazón herido y moribundo;
que acaricias y amansas
los recuerdos mordidos por el dolor;
que miras y devuelves la felicidad
a una mirada vacía;
que amas dando la vida,
agradeciéndote todas tus generaciones.
¿Qué don tienes?
Que me gusta tanto de ti mujer.

Autor: socrates1810 (Jorge Raul)