miércoles, 15 de octubre de 2008

¿BUSH, SALVANDO AL MUNDO?



En la mitología griega, existe un personaje llamado Narciso, quién poesía una belleza, que fué su maldición. Perdió el equilibrio y ecuanimidad al punto de desear su propio rostro. Cierto día se hallaba en una fuente de agua y al ver su rostro reflejado en ella, absorto por la belleza que según él veía en sí mismo, perdió la razón y por desear besar su imágen en el agua, se perdió para siempre en sus profundidades.

El presidente George Bush y sus colaboradores, asesores, secretarios, etc. Después de seguramente largas discusiones, llegaron a presentar como solución, la compra de las hipotecas a los principales bancos de inversión. Es decir, dar dinero del contribuyente a cambio de, lo que los economistas han denominado como, "basura". Me imaginé al señor Bush mirando su pantalla de televisión, con su trajecito de superhéroe, listo para ver la reacción de las bolsas y dándole de palmaditas en la espalda a algún despistado asesor y diciendo: "700 mil millones, no los vemos todos los días". Pero, ¡oh! sorpresa, la noticia como un tortazo de cumpleaños de ESCRIBE YA, expresaba: ¡Pánico mundial, bolsas caen drásticamente! Seguramente abrá mirado a sus brillantes asesores, preguntando: "¡Quién fue! -y lastimósamente -¿ahora que hacemos? Uno no imagina cosas como estas así por así, tan tragicómicas -recuerdo un último mensaje que me llegó diciendo que nunca deje de reir- ver como está por ahogarse alguien y otro en lugar de lanzarle un salvavidas, termina lanzándole un ancla, "cosa mas grande de la vida".
¿Qué falló?... Bueno, cuentan las malas lenguas, que la palabra "estatización" es un término que está prohibido en la Casa Blanca.
Mientras el señor Bush, se miraba con las caras de sus secretarios y séquito en un ambiente fúnebre. La Gran Bretaña, rápidamente reaccionaba y estatizaba bancos ingleses, esto quiere decir, comprar acciones de los bancos para garantizar su solvencia. El mercado bursátil, tremendamente sensible, cuando ya sólo aparecía el último dedo índice en un "adiós mundo cruel", empezaba a cobrar ánimo.
Después de ello, el señor Bush, se reune con sus asesores y toman la decisión histórica, de incluir en sus reuniones la palabra, "estatización". Su Secretario Federal, Henry Paulson, principal opositor a ese término, a regañadientes y con pasos de gregoriano con vela y todo, acepta la decisión de "estatizar" los principales bancos norteamericanos, como ya lo estaba haciendo la Gran Bretaña y otros países europeos que siguieron esa dirección. Muchos economistas ya habían sugerido ese camino, pero la respuesta de Paulson fue, "aceptar eso, es aceptar que hemos sido derrotados".

No sabemos, si ahora la vanidad de Bush, sin ser el ideólogo de este respiro financiero, hará lo que Narciso en la mitología; mirarse tanto al espejo que siga pensando, "que es el salvador del mundo". Sin duda alguna, después de su gobierno que ya va llegando a su final, lo recordarán como aquél que se miraba como un superhéroe, tanto que terminó hundido en el olvido, por su estoica ineficacia y descabelladas acciones bélicas.

Aún nada está dicho, aún nadie se atreve a decir si éste es el camino, pero lo que sí hace saber esto; es quién es eficiente y quién no, algo que sólo las crísis dejan ver con absoluta precisión.
socrates1810

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios mio, qué pesadilla ese señor. Y los pueblos tienen que agachar la cabeza y aguantar todo lo que hacen las grandes firmas, los multimillonarios y esa jauría que está en el poder. Es una vergüenza. Todos esos grupos de burlan descaradamente de los habitantes del planeta. Hilda