lunes, 3 de octubre de 2011

MISTERIO

Atisbo un disimulo,

que agoniza cada diciembre

y que el silencio no calla

ni el ruido silencia.

Confiné los espacios,

pero no tenías dimensión.

Abrí a las luces

y tampoco eras sombra.

Refugié a los vientos,

pero no eras nube.

Pinté atardeceres

y no eras paisaje.

Un día te dejaré ir

arrastrando tus misterios,

hacia algún lugar que yo no sé;

como nunca supe por qué te escondí,

si jamás me hiciste falta.

Autor: socrates1810

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